Con un apoyo por parte del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo está al mando de los programas pilotos a nivel nacional.
En el marco de cuatro proyectos piloto financiados por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la producción de biogás a partir de los Residuos Sólidos Urbanos orgánicos (RSU) permitiría generar electricidad para satisfacer la demanda de unos 21 mil usuarios a lo largo del país.
Según informó el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, dichos emprendimientos y otros que están en estudio permitirán reducir 13.400 toneladas equivalentes de CO2 (dióxido de carbono). Asimismo se prevé la instalación de biodigestores de pequeña escala en escuelas de la provincia de Buenos Aires.
En cuanto al proyecto más avanzado, ya en construcción, es el biodigestor para el aprovechamiento de la fracción orgánica de Residuos Sólidos Urbanos (Forsu) del Mercado Frutihortícola del municipio bonaerense de Escobar.
En otros casos, se encuentran en etapa de proyecto ejecutivo la captación de biogás en el Ecoparque de Gualeguaychú, Entre Ríos; y captación y aprovechamiento de gases de relleno sanitario en Fachinal, Misiones (con una potencia mínima de 600 Kw).
La cartera del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación considera que la tasa de aprovechamiento de los gases emanados en rellenos sanitarios en Argentina es muy baja, por lo que alienta «modelos de negocios sostenibles» para su producción a partir de Forsu, sustentados en fondos cursados por Global Environment Facility (GEF, Fondo Mundial para el Medio Ambiente) a través del PNUD.
En ese sentido, se encuentra ya en etapa de adquisición un biodigestor para aprovechar 1,2 toneladas diarias de Forsu en Rafaela, Santa Fe.
Por último, el biogás captado en ese ecoparque y procesado en un equipo generador o microturbina, permitirá transformarlo en electricidad. Además se avanza en la redacción de pliegos de los proyectos de captación de biogás en relleno sanitario en San Miguel de Tucumán; biodigestores para comunidades originarias en Salta; y tratamiento de líquidos cloacales en Tapalqué, Buenos Aires.